miércoles, 22 de febrero de 2012

ELECCIONES COLEGIO DE DENTISTAS


Colegio de Cirujano Dentistas fija elecciones para los días 12, 13 y 14 de abril

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icon_colegioEsta convocatoria se realiza de acuerdo a los estatutos vigentes de la orden.
El Colegio de Cirujano Dentistas comunico que según los estatutos vigentes en la primera quincena del mes de Abril se deben realizar las elecciones de consejeros nacionales y regionales.

Se ha establecido como fecha de las elecciones los días 12, 13 y 14 de Abril del 2012, por lo que la inscripción de candidaturas estará abierta hasta las 21:00 del día 12 de Marzo del 2012.

Para todos aquellos que quieren aportar con su tiempo,capacidad e inteligencia, hoy es cuando esta disposición se pone a prueba,ya no se trata solo de reclamar y criticar, es necesario realizar un acto de generosidad y ponerse a disposición de la profesión y del país para proponer e implementar los cambios que como colegio y personas necesitamos.
Invitamos a los colegiados a participar activamente en este proceso,a una reflexión activa y comprometida,a interrogarnos en el sentido de que podemos aportar para resolverlos problemas que nos afectan.
Dr.Sergio Vera V. 
 

domingo, 19 de febrero de 2012

UN APORTE A LA REFLEXION


“El liberalismo se plasma como un nuevo totalitarismo”

Para Dufour, la fase última de los procesos “neo” o “ultra” liberales es totalitaria porque pretende gestionar al conjunto de las relaciones sociales. Es “la dictadura de los mercados” de la que nadie puede escapar.

 Por Eduardo Febbro
Desde París
Algunos ya lo ven terminado, otros a punto de caer en el abismo, o en pleno ocaso, o en vías de extinción. Otros analistas estiman al contrario, que si bien el liberalismo atraviesa por una seria crisis, su modelo está lejos, muy lejos de abdicar. A pesar de las crisis y sus hondas consecuencias, el liberalismo sigue en pie, produciendo su lote insensato de beneficios y desigualdades, sus políticas de ajuste, su irrenunciable impunidad. Sin embargo, aunque siga aún vivo, la crisis ha desnudado como nunca sus mecanismos perversos y, sobre todo, puso en el centro de la escena no ya el sistema económico en el que se articula sino el tipo de individuo que el neoliberalismo terminó por crear: hedonista, egoísta, consumista, frívolo, obsesionado por los objetos y por la imagen fashion que emana de él. La trilogía de la modernidad liberal es muy simple: producir, consumir, enriquecerse. En su último libro, El individuo que viene después del neoliberalismo, el filósofo francés Dany-Robert Dufour plantea una pregunta que pocos se hacen: ¿Cómo será el individuo que surgirá tras los cataclismos y las intervenciones globales del liberalismo?

–El liberalismo, que se presentó como el salvador de la humanidad, terminó llevando al ser humano a un camino sin salida. Usted plantea su fin y se pregunta qué tipo de ser humano surgirá después del ultraliberalismo.

–En el siglo pasado conocimos dos grandes caminos sin salida históricos: el nazismo y el stalinismo. De alguna manera y entre comillas, después de la Segunda Guerra Mundial fuimos liberados de esos dos caminos sin salida por el liberalismo. Pero esa liberación terminó siendo una nueva alienación. En sus formas actuales, es decir, ultra y neoliberal, el liberalismo se plasma como un nuevo totalitarismo porque pretende gestionar el conjunto de las relaciones sociales. Nada debe escapar a la dictadura de los mercados y ello convierte al liberalismo en un nuevo totalitarismo que sigue a los dos anteriores. Es entonces un nuevo camino sin salida histórico. El liberalismo hizo explotar al ser humano. El historiador húngaro Karl Polanyi, en un libro publicado después de la Segunda Guerra Mundial, demostró cómo, antes, la economía estaba incluida en una serie de relaciones: las sociales, las políticas, las culturales, etc. Pero con la irrupción del liberalismo la economía salió de ese círculo de relaciones para convertirse en el ente que buscó dominar a todos los demás. De esta forma, todas las economías humanas caen bajo la ley liberal, es decir, la ley del provecho donde todo debe ser rentable, incluidas las actividades que antes no estaban bajo el mandato de lo rentable. Por ejemplo, en este momento usted y yo estamos hablando pero no apuntamos hacia la rentabilidad, sino a producir sentido. En este momento estamos en una economía discursiva. Pero hoy, hasta la economía discursiva está sujeta al “quién gana más”. Cada una de las economías humanas están bajo la misma lógica: la economía psíquica, la economía simbólica, la economía política, de allí el hundimiento de la política. Lo político sólo existe hoy para seguir lo económico. La crisis que atraviesa Europa muestra que cuanto más se profundiza la crisis, más la política deja la gestión en manos de la economía. La política abdicó ante la economía y ésta tomó el poder. Los circuitos económicos y financieros se apoderaron de la política. La crisis es, por consiguiente, general.

–El título de su libro, El individuo que viene después del liberalismo, implica la doble idea de una fase triunfal y de un fin del liberalismo.

–Paradójicamente, en el momento de su triunfo absoluto el liberalismo da signos de cansancio. Nos damos cuenta de que nada funciona y le gente va tomando conciencia de esta fallo y tiene una reacción de incredulidad. Los mercados se propusieron como una suerte de remedio a todos los males. ¿Tiene usted un problema? Pues entonces acuda al Mercado y éste le aportará la riqueza absoluta y la solución de los problemas. Pero ahora nos damos cuenta de que el Mercado acarrea devastaciones. Así vemos cómo ese remedio que debía aportarnos la riqueza infinita no trae sino miseria, pobreza, devastación. Desde luego, el capitalismo produce riqueza global pero pésimamente repartida. Sabemos que desde hace 20, 30 años las desigualdades han aumentado a través del planeta. La riqueza global del capitalismo despoja de sus derechos a millones de individuos: los derechos sociales, el derecho a la educación, a la salud, en suma, todos esos derechos conquistados con las luchas sociales están siendo tragados por el liberalismo. El liberalismo fue como una religión llena de promesas. Nos prometió la riqueza infinita gracia a su operador, el Divino Mercado. Pero no cumplió.

–En su crítica filosófica al liberalismo usted pone de relieve uno de los estragos principales que causó el pensamiento liberal: los individuos están sumidos a los objetos, no a los semejantes, al otro. La relación en si, la sensualidad, fue reemplazada por el objeto.

–Las relaciones entre los individuos pasan al segundo plano. El primero lo ocupa la relación con el objeto. Esa es la lógica del mercado: el mercado puede a cada momento agitar ante nosotros el objeto capaz de satisfacer todos nuestros apetitos. Puede ser un objeto manufacturado, un servicio y hasta un fantasma a medida construido por las industrias culturales. Estamos en un sistema de relaciones que privilegia el objeto antes que el sujeto. Esto crea una nueva alienación, una suerte de modalidad adictiva con los objetos. Este nuevo totalitarismo que es el liberalismo pone en manos de los individuos los elementos para que se opriman a sí mismos a través de los objetos. El liberalismo nos deja la libertad de alienarnos nosotros mismos.

–Usted sitúa el principio de la crisis en los años ’80 a través de la restauración de lo que usted llama el relato de Adam Smith. Usted cita una de sus frases más espantosas: para esclavizar a un hombre hay que dirigirse a su egoísmo y no a su humanidad.

–Adam Smith remonta al siglo XVIII y su moral egoísta se expandió un siglo y medio después con la globalización del mercado en el mundo. De hecho, Smith tardó tanto porque hubo otro mensaje paralelo, otro Siglo de las Luces, que fue el del trascendentalismo alemán. Al contrario de las Luces de Smith, las alemanas proponían la regulación moral, la regulación trascendental. Esta regulación podía manifestarse en la vida práctica a través de la construcción de formas como las del Estado a fin de regular los intereses privados. A partir del Siglo de las Luces hay dos fuerzas que se manifiestan: Adam Smith y Kant. Estos dos campos filosóficos coexistieron de manera conflictiva a lo largo de la modernidad, es decir, a través de dos siglos. Pero en un momento el trascendentalismo alemán se hundió y le dejó el lugar al liberalismo inglés, el cual adquirió una forma ultraliberal. Se puede fechar ese fenómeno a partir del principio de los años ‘80. Hay incluso una marca histórica que remonta al momento en que Ronald Reagan en Estados Unidos y Margaret Thatcher en Gran Bretaña llegan al poder e instalan la libertad económica sin regulación. Esa ausencia de regulación destruyó inmediatamente las convenciones sociales, es decir, los pactos entre individuos.

–De allí proviene la trilogía “producir, consumir, enriquecerse”. Usted llama a esa trilogía la pleonexía.

–El término de pleonexía lo encontré en la República de Platón y quiere decir “siempre tener más”. La República griega, la Polis, se construyó sobre la prohibición de la pleonexía. Puede decirse entonces que, hasta el siglo XVIII, toda una parte de Occidente funcionó en base a esa prohibición y se liberó de ella en los años ’80. A partir de allí se liberó la avidez mundial, la avidez de los mercados, la avidez de los banqueros. Recuerde el discurso que pronunció Alan Greenspan (ex presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos) ante la Comisión norteamericana después de la crisis de 2008. Greenspan dijo: “Pensaba que la avidez de los banqueros era la mejor regulación posible. Me doy cuenta de que eso no funciona más y no sé por qué”. Greenspan confesó de esa manera que lo que guía las cosas es la liberación de la pleonexía. Y ya vemos ahora adónde conduce.

–Llegamos ahora al después, al hipotético ser humano del después del liberalismo. Usted lo ve bajo los rasgos de un individuo simpático. ¿Qué sentido tiene el término simpático en este contexto?

–Nadie es bueno al nacer como lo pensaba Rousseau, ni tampoco malo como lo pensaba Hobs. Lo que podemos hacer es ayudar a la gente a ser simpática, es decir, a no pensar sólo en sí misma y a pensar que para vivir con el prójimo hay que contar con él. El otro está en mí, las imágenes de los otros están en mí y me constituyen como sujeto. La idea misma de un individuo egoísta es un sinsentido porque esto obliga a que nos olvidemos de que el individuo está constituido por partes del otro. Y cuando hablo de un individuo simpático no empleo el término en su acepción más común, digamos alguien simplemente simpático. No. Se trata del sentido que tenía la palabra en el siglo XVIII, donde la simpatía era la presencia del otro en mí. Necesito entonces la presencia del otro en mí y el otro necesita mi presencia en él para que podamos constituir un espacio donde cada uno sea un individuo abierto al otro. Yo cuido del otro como el otro cuida de mí. Eso es un individuo simpático.

–Vamos con la simpatía, pero sobre qué bases se construye el individuo que viene después del liberalismo. ¿La razón, la religión, el deporte, el ocio, la solidaridad, otra idea del marcado?

–En este libro hice un inventario sobre los relatos antiguos: el relato del logos, de la evasión del alma de los griegos, el relato sobre la consideración del otro en los monoteísmos. Me di cuenta de que en ambos relatos había cosas interesantes y también aterradoras. Por ejemplo, la opresión de las mujeres en el patriarcado monoteísta equivale a la opresión de la mitad de la humanidad. ¿Acaso queremos repetir esa experiencia? No, por supuesto. Otro ejemplo: en el logos, para que haya una clase de hombres libres en la sociedad es preciso que haya una clase oprimida y esclavizada. ¿Queremos repetir eso? No. Refundar nuestra civilización luego de los tres caminos sin salida que fueron el nazismo, el stalinismo y el liberalismo requiere una refundación sobre bases sólidas. Por eso llevé a cabo el inventario, para ver qué podíamos recuperar y qué no, cuánto del pasado podía servirnos y cuánto no. La segunda consideración atañe a aquello que podría ayudar al individuo a ser simpático antes que egoísta. Para ello es preciso reconstruir un medio donde se pueda ser simpático y no egoísta. En este contexto, la idea de la reconstrucción de lo político, de una nueva forma del Estado que no esté dedicado a conservar los intereses económicos, sino a preservar los intereses colectivos, es central.

–¿Cuál es entonces el gran Relato que podría salvarnos?

–Hemos dejado en el camino los grandes relatos de antes y creemos cada vez menos en el gran relato del mercado. Estamos a la espera de algo que una al individuo, es decir, un gran relato. Yo propongo el relato de un individuo que ha dejado de ser egoísta, que no sea tampoco el individuo colectivo del stalinismo, ni tampoco el individuo ahogado en la raza que se cree superior como en el nazismo y el fascismo. Se trata de un relato alternativo a todo esto, de un relato que persiste en el fondo de la civilización. Creo que el valor de civilización occidental radica en que puso el acento en la individuación, es decir, la idea de la creación de un individuo capaz de pensar y actuar por sí mismo. No hay que olvidar la noción de individuo, sino reconstruirla. Contrariamente a lo que se dice, no creo que nuestras sociedades sean individualistas, no, nuestras sociedades son lamentablemente egoístas. Esto me hace pensar que al individuo como tal le queda mucho margen de existencia, que hay muchas cosas de él que no conocemos. Tenemos que hacer existir al individuo fuera de los valores del mercado. El individuo del stalinismo fue disuelto en la masa del colectivismo, el individuo del nazismo y del fascismo fue disuelto en la raza, el individuo del liberalismo fue disuelto en el egoísmo. El individuo liberal es un esclavo de sus pasiones y sus pulsiones. Debemos elevarnos de este camino sin salida liberal para recrear un individuo abierto al otro, capaz de realizarse totalmente. Hay textos filosóficos de Karl Marx que no soy muy conocidos y en los cuales Marx quería la realización total del individuo fuera de los circuitos mercantiles: en el amor, en la relación con los otros, en la amistad, en el arte. Poder crear lo máximo a partir de las disposiciones de cada uno. Tal vez habría que recuperar ese relato del Marx filósofo y olvidar el del Marx marxista.
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lunes, 13 de febrero de 2012

Presentación del Libro CHILE,UNA MIRADA CRITICA.






Miércoles 28 de diciembre 2011, en el marco de la ultima reunión del año del  Capitulo de Odontologos de Libre Ejercicio los Dres. Gaetano Abiuso y Ronald Motzfeld realizaron la presentación del libro “Chile, una mirada crítica”, del Dr. Eduardo Gutiérrez González.



Los presentadores  compartieron con nosotros sus reflexiones acerca del libro.



Autor de esta primera exposición ;Doctor Gaetano Abiuso Bustamante


UNA INVITACIÓN PRECISA, EN EL MOMENTO EXACTO

Lo principal que debe reconocerse al disfrutar la sólida experiencia de enfrentarse a las casi 300 páginas de este libro es que, sin duda, se trata de un proyecto ambicioso.

Es imposible no sentir el agobio de la explicación omnipresente de un autor que, tras el envidiable ejercicio de revisitar la historia de Chile desde sus comienzos, con un recuerdo permanente del contexto internacional y con todos los curiosos recovecos de las horas más presentes, nos declara con cierta desfachatez que “este libro no está hecho por un historiador”.

No se sentirá parte de ellos, pero por Dios que le hace empeño… “Chile, una mirada crítica” es, por cierto, una revisión histórica, un repaso de acontecimientos vestidos con una acertada contextualización, con un correcto uso de los datos y con una pluma ligera pero poderosa.

Aunque lo reniegue el autor, estamos frente a una crítica histórica, que nos intenta explicar –nada más y nada menos- que por mucho que vivamos en buenas condiciones, que tengamos acceso a autos y viajes, que nos rodee la dicha y solaz de los malls, que aunque la estadísticas indiquen que el ingreso per cápita anual del Reyno de Chile se acerque a los US$20.000, el orden de las cosas en estas tierras no ha cambiado un ápice.

Las élites siguen siendo las mismas y también quienes les obedecemos y bailamos su música. Probablemente estamos mejor vestidos y alimentados que nuestros antepasados, pero por aquí –señores- nada nuevo hay bajo el sol. Los que mandan siguen y –probablemente por mucho tiempo más- seguirán siendo los mismos.

Por eso, este libro es poderoso y ambicioso. Porque tal como lo decía el poeta español Ramón de Campoamor: “La ambición más legítima y más pura/ para subir se arrastra hasta la altura”. La paradoja de esta obra ambiciosa, es que resulta ser simple y directa. Podremos estar de acuerdo o no con los puntos de vista del autor, pero le tendremos que conceder que los hechos consignados son los que son. Y que, a partir de ellos, las opciones en realidad no pueden ser muchas.

Los enfoques planteados por Eduardo deben y tienen que ser puestos en cuestionamiento por sus lectores. No hay peor fracaso para un autor que el fin de la dialéctica. La gracia de Eduardo es que no sólo dice y escribe lo que piensa, sino que piensa lo que dice y escribe. Y aunque no estemos de acuerdo, estimular el diálogo, la discusión, la puesta en juego de los argumentos, es seguir recuperando esa hermosa –y lamentablemente un poco perdida- dinámica del pensamiento.

No queda más que agradecer este trabajo ambicioso. Porque como cantó el poeta español hace poco más de un siglo, al investigar y estudiar con dedicación para “alcanzar esa ambición legítima y pura”, fuiste capaz de “arrastrarte”  por la historia, sus rincones, sus lados obscuros y sus constantes silencios para “alcanzar la altura” de los que se atreven.

“Chile, una mirada crítica” no sólo nos entrega casi 300 páginas de la mirada dulce, pero dura que Eduardo despliega por Chile y sus momentos. También nos entrega partes de su alma, de su amor por esta Patria y por todas las posibilidades que un país y un pueblo tan intensos tienen ante sí mismos.

Corresponde, entonces, actuar con la dignidad que tantos han demostrado en 200 años de vida y que hoy los jóvenes se encargan de recordarnos. No se rinde quien lucha, pero -sobre todo- jamás cae el que, con conciencia piensa, lee, discute y analiza lo que pasa en su entorno. Así, Eduardo Gutiérrez González nos hace una imprescindible e insoslayable invitación, en una hora precisa de la historia.

Muchas gracias.


A continuación también en extenso la contribución del Dr.Motzfeld.
  





 Dr. Ronald Motzfeld 

Académico de la Universidad de Chile.
Presento el libro 
Chile, una Mirada Crítica

Del  Dr.  Eduardo Gutiérrez González

Cirujano Dentista y Magister en Filosofía,

Ex miembro del Comité Central del Partido Socialista, en Julio del 2009 junto a 280 militantes más, se leía en la Prensa: "Renunciamos al PS-Escalona, cuya actual directiva lo ha llevado a la peor crisis de su historia, producto de una conducción autoritaria, conservadora y excluyente".





Escritor y Autor de:”Ciudades en las Sombras”; A 30 años del Golpe de Estado en Chile”; Salvador Allende, Entrevistas 1970-1973.,   y……

 Éste  cuarto libro, de 300 hojitas que no dejan de ser, demasiado interesantes y fresquitas, terminadas entre: chicha,  vino tinto  y empanadas, en pleno Septiembre del 2011.

10 capítulos que se inician con los Pueblos Originarios, donde ayer hombres y mujeres hicieron todo lo posible por oponerse a los Conquistadores, en un principio pacíficamente y finalmente en forma violenta, para  finalizar en el Capítulo 10, “con un análisis concienzudo de la Política actual, desde 1997 al día de hoy” y sin  “peros en la lengua”.

Un  largo Prólogo de Jorge Arrate, quién comenta al respecto: un luchador de izquierda de toda la vida, capaz de adentrarse en nuestra Historia, compleja e incierta, para recorrer casi  5 siglos de grandes acontecimientos.
Los capítulos  que he podido hojear en forma rápida, a medias y no como ameritan, por cuanto pienso, es y será un “Documento importante”,  escritos por un Filósofo y Odontólogo amigo, no un historiador, para gente como uno.
Para conocer la historia en forma breve, no centrada en los personajes, sino en las ideas y las luchas de posiciones entre los grandes proyectos de Sociedad – cuando las hubo…
Recopilar tal cantidad de antecedentes de nuestra larga y angosta tierra de angustia, sinsabores, política, placeres, temblores  e “Historias infinitas”, que abarcan desde los Hombres blancos montados en extraños animales, con palos que despedían truenos y perros asesinos infundían temor, para seguir con nuestra Sociedad Mapuche: un pueblo indómito, Los Conquistadores; - La Colonia, - La Independencia, - Las guerras Civiles y del Salitre, - los cambios y proyectos en pugna en la Sociedad Chilena, - el Rol de los Partidos políticos, hasta el día de ayer, y mucho más, personalmente me parecen espectacular.

La historia es la política del pasado
La política, es la historia actual, acota Edward Freeman.

Para opinar y Divulgar hechos históricos importantes, hay que informarse y para ello un vistazo a lo que menciono: Revisión de  117 Textos, 217 Notas, 6 Revistas con Documentos históricos, Discursos, Cartas, Informes, Memorias, Tesis, Anuarios Estadísticos, Conferencias, diferentes Sitios web y otros Videos Documentales, me parece una tarea gigantesca y todo aquello, sin ser historiador.

No puedo decir otra cosa de nuestro amigo humanista: - “un verdadero acierto”, - una reflexión  política necesaria y actual.
En síntesis, cada vez más actual la frase de nuestro reciente premio  Cervantes,  don Nicanor Parra que a sus 97 años,  nos recuerda que:
“la izquierda y la derecha unidas, jamas serán vencidas."