viernes, 22 de julio de 2016

Decreto 466: REGLAMENTO DE FARMACIAS, DROGUERÍAS, ALMACENES FARMACÉUTICOS, BOTIQUINES Y DEPÓSITOS AUTORIZADOS

Estimado Colegas

Junto con saludarles  deseo agradecer por este medio a  la doctora María Eugenia Valle y a la Dra. Elizabeth Lopez por por su gentileza y por la prontitud para enviarme información  sobre la prescripción de psicotrópicos por los  cirujano dentistas. 
Esta información fue enviado por el Ministerio de Salud en el mes de diciembre de 2015, como sigue:  con fecha 5 de Diciembre se publicó en el Diario Oficial el Decreto N°1: MODIFICA DECRETOS SUPREMOS Nº 466 DE 1984, REGLAMENTO DE FARMACIAS, DROGUERÍAS, ALMACENES FARMACÉUTICOS, BOTIQUINES Y DEPÓSITOS AUTORIZADOS, Nº 405 DE 1983, REGLAMENTO DE PRODUCTOS PSICOTRÓPICOS Y Nº 3, DE 2010 REGLAMENTO DEL SISTEMA NACIONAL DE CONTROL DE LOS PRODUCTOS FARMACÉUTICOS DE USO HUMANO.
 Dra. Elizabeth Lopez

En lo que refiere a los Cirujano Dentistas
 En el Decreto 466: REGLAMENTO DE FARMACIAS, DROGUERÍAS, ALMACENES FARMACÉUTICOS, BOTIQUINES Y DEPÓSITOS AUTORIZADOS
 Se incorpora:
“ARTÍCULO 34 A.- Para efectos del expendió, la Receta podrá ser extendida por médico cirujano, cirujano dentista, médico veterinario, matrona o cualquier otro profesional legalmente habilitado para hacerlo.”.
 Se modifica (en negrita lo que se incorpora):
ARTICULO 35° Los cirujanos dentistas sólo podrán prescribir aquellos medicamentos necesarios para la atención odontoestomatológica inmediata y/o para el tratamiento posterior, sean éstos de venta directa, de venta bajo receta médica, de venta bajo receta médica retenida o productos de la lista IV, del Reglamento de Productos Psicotrópicos, en la forma y condiciones en él indicadas.

En cuanto al Dec. 405: REGLAMENTO DE PRODUCTOS PSICOTROPICOS

Se incorpora:
ARTÍCULO 32.- Los cirujanos dentistas podrán prescribir preparados psicotrópicos de la lista IV. Además, podrán adquirir en farmacias dichos preparados, en una cantidad no superior a 150 unidades posológicas, para administrarlos directamente a sus pacientes. En este caso, el expendió de estos productos deberá efectuarse directamente a la persona de estos profesionales, mediante el uso de recetas de su propiedad, las cuales deberán indicar que el expendió se solicita para el uso no personal sino para el ejercicio de su profesión en terceros a los que presta servicios, quedando dichas recetas retenidas, previa individualización del profesional, y registrada en el libro al que alude el artículo 18 de este reglamento.
En el decreto 405  encontraremos  el listado de productos farmacéuticos. incluida la lista IV de medicamentos psicotrópicos. También se adjunta  link del Depto. de Medicamentos del instituto de Salud Pública, donde también se encontrara  más información respecto a los estupefacientes y psicotrópicos, y bajo qué tipo de receta se expenden.
Al publicar el Dec. 1 el año pasado, éste se difundió a los colegas a través del Colegio de Dentistas, FESODECH , Sociedades de especialidades y universidades.
Son las  Seremi de Salud del  país  quienes  fiscalizan  el cumplimiento de este decreto en las farmacias, por lo que puedes denunciar esto a través de la página web  de la SEREMI correspondiente

Esta modificación viene a mejorar el alcance de la redacción del anterior Dec. 46 de 2013

domingo, 17 de julio de 2016

REFORMA DE LA EDUCACION SUPERIOR

“UN PAIS QUE LE MIENTE A SU JUVENTUD,  ES UN PAIS QUE  NO TIENE FUTURO”

Por: Dr. Sergio Cousiño M.
Cirujano Dentista Universidad de Chile
Federación Colegios Profesionales 
Universitarios de Chile


En Chile, la juventud que tiene una edad entre 15 y 29 años, suma una cantidad de 4.188.552 personas. De esta cantidad, 1.161.222 jóvenes cursan alguna carrera en la educación superior, de los cuales 406.427 son  técnicos superiores (39,0%) y 709.874 son Universitarios (61,0%). La particularidad de este sector de la juventud, es que vio en la educación superior, una oportunidad para elevar sus ingresos y así mejorar su calidad de vida, para lo cual se vieron en la necesidad de pagar y endeudarse, con el objetivo de obtener un título técnico y/o
Universitario (1).

                  
Los tres principales logros mencionados por la juventud no difieren según nivel de estudios, pero sí cambian sus posiciones relativas. Por ejemplo, entre quienes están actualmente cursando o sólo cursaron la enseñanza básica y media, el principal logro consiste en ser profesional o tener una profesión (41,3%). En segundo lugar, mencionan el obtener un trabajo que les guste (32,0%) y en tercer lugar, el hecho de ganar más dinero o mejorar su situación económica (30,5%). Para quienes están cursando, estudios superiores o lo hicieron en el pasado, está primero mejorar la situación económica; en segundo lugar, poder trabajar en lo que les gusta, y en tercer lugar, el llegar a ser profesional.(2)



Crecimiento de la matrícula

Quienes defienden el actual modelo de educación superior universitaria, usan como argumento que se ha aumentado sustancialmente la cobertura y el acceso a la educación superior, “siete de cada diez jóvenes que actualmente van a la universidad, son primera generación en sus familias que alcanza esta meta”. El problema es que este crecimiento ha sido sin ninguna planificación, es decir no guarda relación con un proyecto de desarrollo país. Tampoco ha existido ninguna regulación de la calidad de la educación recibida por estos jóvenes, (de las instituciones que prestan el servicio educativo, como tampoco de los programas de estudio impartidos). Hemos pasado de 8 universidades de razonable calidad existentes el año 1980, a 59 universidades en la actualidad, la gran mayoría de dudosa o mala calidad. Los programas de pregrado acreditados son sólo el 34,8%.  del total de los impartidos, por lo que la mayoría de los estudiantes universitarios estudian carreras sin ninguna acreditación (3).

EVOLUCION MATRICULA EDUCACION UNVERSITARIA


FUENTE: SIES MINEDUC

El crecimiento de la matrícula de educación superior universitaria en la última década corresponde sólo en un 4.7% a las universidades estatales, un 38,9% a universidades privadas del CRUCH, un 96,1% a universidades privadas adscritas al sistema único de selección y un 78,2% a universidades no adscritas al sistema único de selección, estas últimas universidades corresponden a las cuales se ingresa con PSU rendida y por entrevista personal, sin ninguna selección (Consejo Nacional de Educación 2016



Titulaciones


Por otro lado, lamentablemente los datos duros muestran que sólo el 45% de los jóvenes que ingresan a la educación superior universitaria llega a titularse, el 55% no se titula, sin embargo adquieren deudas, por lo que tenemos un importante número de jóvenes endeudados y sin título, que además terminan frustrados. Según el Servicio de Información de Educación Superior (SIES). La deserción en el primer año alcanza al 30,6%, lo que implica que 3 de cada 10 estudiantes abandonan su carrera al cabo del primer año de estudios. Principalmente quienes fracasan son los jóvenes que no tenían las capacidades para acceder a estudios universitarios, es decir, quienes ingresaron a la universidad con bajos puntajes de PSU o solamente con la prueba rendida, sin selección alguna. Estos jóvenes en su gran mayoría pertenecen a hogares modestos, que recibieron una educación básica y media de mala calidad (lo cual no es culpa de ellos), pero se les dijo que podían ser profesionales universitarios y se les hizo pagar para ello. Estos jóvenes son víctimas del engaño que rige al actual modelo de educación universitaria (4) (primer engaño a los jóvenes).


Movilidad social

De los que llegan a titularse, sólo el 32% se inserta laboralmente en trabajos relacionados con la carrera estudiada, la mayoría (57%) termina trabajando en actividades laborales que tienen poca o ninguna relación con sus estudios.. No existen campos laborales capaces de absorber la enorme cantidad de profesionales que el sistema de educación universitaria chilena está produciendo, por lo que la mayoría de ellos terminan subempleados o derechamente cesantes. Si separamos a los jóvenes profesionales por grupos socioeconómicos, vemos que en el segmento A,B,C1 la inserción laboral en la carrera estudiada alcanza al 60% de los profesionales, en el C2 al 40%, del segmento C3 hacia abajo, la inserción laboral en la carrera estudiada cae por debajo del 20%, lo que demuestra que la movilidad social perseguida tampoco existe (5) (segundo engaño a los jóvenes).


Cesantía Profesional


Durante el año 2016, la cesantía entre egresados de la educación superior se ha dejado sentir con fuerza. En el primer trimestre de este año, los egresados de educación superior cesantes alcanzaron a 206.740 personas, que representan el 38,3% del total de cesantes del país. Los egresados de universidades cesantes llegaron a 122.685 personas, que representan el 22,73% del total de cesantes en Chile. De esta manera, el grupo ocupacional más afectado con la desocupación es el de profesionales, científicos e intelectuales, que aumentó en 31,4% en el presente año, la mayor cifra desde que se toma la actual encuesta de desempleo desde enero de 2010. Esto es grave para el país, ya que tenemos personas que destinaron años a completar una educación superior, y no están pudiendo aportar su plena capacidad productiva por falta de oportunidades. Aquí hay un tema estructural, que tiene que ver con el descalce entre la oferta educacional y la demanda de trabajadores profesionales, por lo que no es coincidencia que estemos en máximos de aumento de la cesantía en este segmento, justo en un período de desaceleración. En el mismo período (1990 – 2015) en que las matrículas universitarias crecieron más de siete veces, la población chilena paso de 13.178.782 habitantes en 1990 a 17.865.185 habitantes el año 2015, lo que representa un crecimiento de la población de un 26,4%. Si ha esto agregamos que las titulaciones han aumentado más de un 50% durante los últimos cinco años, la situación debería seguir empeorando. A esta negativa situación se suma que 626 mil chilenos con estudios superiores están subempleados, ya que trabajan en actividades de menor calificación e ingresos. Por ejemplo, ganan $316 mil al mes, cifra tres veces menor a los $915 mil que reciben quienes trabajan en labores de alta calificación (6). (tercer engaño a los jóvenes).


Los aranceles universitarios y el endeudamiento

A igual poder adquisitivo, Chile tiene los aranceles universitarios más altos de la OCDE, es decir, las familias chilenas son las que deben pagar más por la educación de sus hijos, que ningún otro país de la organización. Si consideramos la encuesta CASEN 2013, el noveno decil alcanza a una renta familiar de $1.160.000, de manera que el 90% más rico, no tiene como financiar la educación de un hijo, menos la de dos. Los aranceles chilenos están muy por encima de los costos reales, por lo que deben ser fijados, no por un arancel de referencia, sino basados en los costos de cada carrera. Lo anterior ha derivado en un alto endeudamiento juvenil, el estudio realizado por el SERNAC y el INJUV el año 2014, dejó en evidencia que el 47% del endeudamiento juvenil correspondía directa o indirectamente a crédito universitario (8)(cuarto engaño a los jóvenes)



Lucro de las universidades

Insistir en el camino de financiar la educación superior en función del ingreso de los estudiantes sólo beneficiará a quienes lucran de manera ilícita en las universidades privadas, mediante mecanismos como el arriendo de sus dependencias a inmobiliarias de su misma propiedad. Sólo a modo de ejemplo, la Universidad Andrés Bello, de propiedad del grupo Laureate International Universities, en transacciones con empresas relacionadas alcanzó a $28.000 millones durante el año 2014, monto que fue llevado a gastos y a pesar de esto, tuvo una rentabilidad de $18.000 millones durante el período. El año 2011 la Universidad San Sebastián compró sus inmuebles a la inmobiliaria Laguna Blanca Dos S.A. de propiedad de sus controladores, por la suma de $25.550 millones, cuando su valor comercial era sólo de $ 4.206 millones, generando para sus dueños una utilidad neta de $21.344 millones (9) 


. 



Los recursos públicos destinados a educación superior

Solo en 2015 el Fisco aportó por distintas vías más de un billón y medio de pesos ($1.543.751.523.000) a las instituciones de educación superior chilenas: universidades privadas y estatales, además de institutos profesionales (IP) y centros de formación técnica (CFT), más de US$2.304 millones. El millonario aporte estatal se materializó por dos vías de financiamiento: becas y créditos a los estudiantes (voucher) y financiamiento directo a las instituciones (aporte basal). Esa cifra ha sido desmenuzada por la Contraloría, la que desde 2011 elabora sendos informes anuales que dan cuenta del dinero que aporta el Estado a las instituciones de educación superior. Aparte del CAE, transformado hoy en un recurso público, están las becas: dos de ellas reparten $161 mil millones de los cuales el 95% va a parar a universidades, institutos profesionales y centros de formación técnica privados. Eso explica por qué los privados bregan porque el sistema se mantenga incólume.


En 2015 las universidades privadas no tradicionales (creadas después de la reforma de 1981) percibieron el 23,6% de los dineros aportados por el Fisco a la educación superior. Los institutos profesionales, también privados, se hicieron con otro 11,9% de los recursos, mientras los CFT se quedaron con otro 5,4%: ambos por ley están autorizados a retirar utilidades. En total, 39,9% del dinero entregado por el Estado fue a parar a instituciones privadas, las que hasta ahora no tienen una regulación financiera ni de calidad que satisfaga los parámetros mínimos de garantía para las familias chilenas. Si se desagregan los datos y se considera solo el dinero fiscal entregado vía voucher (becas y créditos a estudiantes), el sistema privado supera en recursos recibidos a las instituciones tradicionales del Cruch: 55,64% del total, frente al 23,69% de las universidades estatales y al 20,54%de las universidades privadas tradicionales.(9).



CAE: el principal aporte a las privadas

Desde que el Crédito con Aval del Estado entró en vigencia en 2006, varias universidades privadas no tradicionales pudieron iniciar una agresiva expansión de matrículas. El nuevo crédito fue la llave que le abrió la puerta de la educación superior a quienes antes no podían acceder al sistema, ya fuera porque no tenían los recursos económicos o porque no superaban los filtros académicos para hacerlo. De hecho, quien fuera el impulsor de la idea, el ex ministro Sergio Bitar (PPD) ha defendido su creación arrimándose al argumento que el CAE permitió democratizar y masificar el acceso a la universidad (9).  
La explosiva alza de matrículas solo benefició a la educación privada, permitiendo que instituciones sin regulación se expandieran sin control. Fueron las manifestaciones estudiantiles de 2011 las primeras en sacar al pizarrón a estas instituciones y a la legislación que las hizo crecer, al mostrar el negocio y el lucro que realizaban a pesar de que a las universidades la ley les prohíbe el retiro de utilidades. Basta mirar las cifras de cuatro de las universidades privadas más grandes, las que además formaron parte de la investigación de la Fiscalía por lucro: la Universidad Autónoma en 2006, cuando entró en vigencia el CAE, registraba 8.580 estudiantes, mientras que hoy su matrícula supera los 20 mil alumnos. La UNAB subió en el mismo periodo de 22 mil a más de 47 mil matriculados. La Universidad San Sebastián creció de 10 mil a 27 mil estudiantes. Mientras que la Santo Tomás subió de 14 mil a 29 mil.
El CAE se ha transformado en el principal vehículo utilizado por el Fisco para aportar suculentas transferencias de dinero a las universidades privadas. Los 28 planteles privados que recibieron dineros vía CAE en 2015 sumaron $273 mil millones, el 65,6% del total de fondos repartidos por este crédito a la educación superior.
El CAE se ha convertido así en el principal sostén de dineros públicos de las universidades privadas, una opción que al Fisco le ha salido carísima. Desde que el crédito comenzó a implementarse en 2006, el Estado ha desembolsado cientos de miles de millones de pesos para recomprar carteras de deudas a los bancos, que son quienes entregan el dinero a los estudiantes para que puedan estudiar. En las proyecciones iniciales en 2006 se contemplaron cerca de $10 mil millones anuales para cumplir con la “recarga” prometida a los bancos durante la tramitación de la ley, pero esa recarga terminó costándole al fisco $610 mil millones en 2016. El 35% del presupuesto total destinado a la educación superior. Frente a la magnitud de los recursos que el Estado le entrega a las diversas instituciones privadas de educación superior, la preocupación central es saber cómo la reforma edcucacional le pondrá atajo al negocio desregulado que afecta a 896.455 estudiantes. Esa es la matrícula total de las instituciones privadas y representa el 72,7% del universo de la educación superior. La incógnita es si finalmente la reforma incorporara reglamentos y entes de fiscalización efectivos que permitan garantizar el fin del lucro y la correcta utilización de recursos públicos (9). 


Una pobre discusión del Proyecto de Ley

Todo lo anterior, demuestra y pone en evidencia el fracaso del modelo neoliberal aplicado en la educación superior chilena. La discusión del Proyecto de Ley de Reforma de la Educación Superior, a nuestro juicio  ha sido pobre, ya que en ella han participado sólo los “incumbentes”. Por un lado, los estudiantes que quieren la “gratuidad universal” a cualquier costo, sin importarles que los recursos no estén disponibles para ello (US$3,700 millones anuales, para financiar la gratuidad universal), como tampoco les importa, que la mayoría de las universidades les estén entregando una educación de mala calidad, al mismo tiempo que no visualizan que no existen campos laborales para absorber esa cantidad de profesionales, por lo que la inmensa mayoría de ellos están estudiando para ser cesantes (550.000 aproximadamente). Por otro lado, los Rectores y dueños de las empresas privadas de educación, han centrado la discusión en asuntos como el nivel de complejidad que se les exigirá a las instituciones, pero casi nadie se pronuncia sobre una de las mayores preocupaciones que hoy aqueja tanto a rectores de planteles públicos como a dueños de instituciones privadas: el real reparto de los fondos públicos que las financia.

No  se ayuda a los estudiantes de bajos ingresos mediante la entrega de una educación gratuita de mala calidad, provista por agentes privados y con escasa posibilidad de inserción laboral al término de las carreras. Por el contrario, constituye una verdadera estafa a las familias de menores ingresos. (quinto engaño a los jóvenes)

La Federación de Colegios Profesionales Universitarios ha señalado que la  gratuidad, primeramente, debe ejecutarse aumentando el aporte basal de las universidades del Estado, como ocurre en todos los países de Latinoamérica y no a través del subsidio a la demanda, entregando vouchers o becas a los estudiantes. De esta manera, se aseguraría no sólo la gratuidad de la docencia a los estudiantes, sino el financiamiento de la investigación en las universidades del Estado. Los recursos del Estado no pueden ser entregados a universidades privadas que conciben la educación como un negocio y que –en muchos casos- no cumplen con estándares mínimos de calidad.

Lo peor de todo, es que este engaño a los jóvenes y a sus familias, se hace con el “aval del Estado”, utilizando recursos públicos que pertenecen a todos los chilenos, los mismos recursos que faltan para disminuir las listas de espera en salud, los mismos que faltan para mejorar las pensiones miserables, que recibe la inmensa mayoría de los jubilados en Chile, etc., etc.

REFERENCIAS:

1.     Datos obtenidos del SIES de Mineduc 2016.

                                                         2.     Instituto Nacional de la Juventud “Encuesta Nacional de la Juventud / 2014”

3.     Datos obtenidos del SIES de Mineduc 2015.

                           4.     Datos obtenidos del Consejo Nacional de Educación / 2015.

                                                            5.     Instituto Nacional de la Juventud “Encuesta Nacional de la Juventud / 2010”

                                                           6.     Instituto Nacional de Estadísticas (INE)  Desempleo a nivel nacional Enero / Mayo 2016.

                             7.     SERNAC / INJUV “Endeudamiento Juvenil” / Agosto 2014

                                                  8.     Basso Patricio, “Educación Superior en Chile el Fracaso del Modelo Neoliberal”, revista Límites, Universidad de Tarapacá /Julio 2016.

                                                 9.     Ciper Chile, “El millonario subsidio estatal que los privados no quieren perder” junio 2016