lunes, 1 de diciembre de 2014

Raúl era un hombre de motivación y acción, siempre listo a trabajar por la profesión y por el Colegio.





                                 DESPEDIDA PARA UN GRAN AMIGO






RAUL FRANCO ALCAYAGA










Por Sergio Cousiño Mutis




Cuando un amigo se va, nos queda la tristeza de saber que no lo volveremos a ver, que no volveremos a compartir con el, pero quienes somos creyentes  tenemos la esperanza que desde arriba nos seguirá acompañando y escuchando.

Con Raúl Franco Alcayaga nos conocimos el año 2011, en la Convención Nacional que ese año se realizó en Las Termas del Corazón, Raúl venía como presidente en ejercicio del Regional Ñuble, por mi parte yo asistía como presidente del Capítulo de Ejercicio Liberal. El año 2012 ambos fuimos candidatos a Consejeros Nacionales del Colegio de Cirujano Dentistas.

Resulté electo con la segunda mayoría nacional, con 158 votos y Raúl por su parte, obtuvo la tercera mayoría nacional con 129 votos, recibiendo el apoyo de los regionales del sur, así volvimos a encontrarnos en el Consejo Nacional. Para ambos era nuestra primera experiencia en el Honorable Consejo Nacional del Colegio, llegamos con todas las ganas de trabajar por la profesión. Lo primero que nos impresionó, fue el nivel de beligerancia que existía al interior del Consejo, el trato poco respetuoso que existía entre los consejeros, Raúl me señaló en una oportunidad “este Colegio no va a ninguna parte, se requiere construir un plan estratégico para el Colegio”, trabajó en él, nos hizo una presentación en el Consejo, lamentablemente en esa oportunidad no fue escuchado, y todo continuó igual, esto produjo una gran frustración en mi amigo. Por mi parte me dediqué  a trabajar en el Departamento de Redes armando la “Red de Dentistas Colegiados”, trabaje dos años en ella, tampoco llegó a puerto, en la Convención Nacional 2013 fue desechada, y terminé compartiendo la frustración con Raúl, probablemente esto produjo que se profundizara  mas aún nuestra amistad.

En mi opinión, nos perdimos un Consejero de lujo, la experticia de Raúl junto con su calidad humana se dejó pasar, otros si la aprovecharon. El Colegio Médico lo invitó a integrar la mesa de trabajo para estudiar la situación de los Hospitales Concesionados y tomar una postura al respecto, nosotros nunca escuchamos su opinión, a pesar que Raúl ofreció hacer una presentación al respecto. En una oportunidad que se me invitó al Departamento de Salud de la Federación a trabajar en el apoyo a los funcionarios del Hospital Salvador y la posición que la Federación de Colegios Profesionales tomaría frente a la concesión de hospitalaria; sabiendo que Raúl tenía mayor conocimiento frente a este tema le pedí ayuda, se ofreció a asistir él personalmente en representación del Colegio, accedí gustoso y no me equivoqué. Raúl viajó especialmente de Chillán, tuvo un destacado papel en esa reunión, los comentarios de los otros colegios participantes fueron de muchos elogios para mi amigo, fue él quien terminó conduciendo la reunión en esa oportunidad, era el más capacitado en el tema de todos los representantes de  los otros Colegios de la salud que asistieron, incluido el representante del Colegio Médico. Raúl Franco con sólo una participación en la Federación dejó huella ahí, “Nadie es profeta en su tierra”, en el caso de Raúl Franco esto se cumplió cabalmente.

La semana anterior a su fallecimiento trabajamos intensamente, el Lunes tuvimos reunión de Consejo Nacional, ese día Raúl había viajado a Santiago después de asistir a una reunión del Gobierno Regional en la mañana, de ahí a Santiago a la reunión de Consejo, a las 10:30 de la noche tomó un bus, finalmente llegó a Chillán a las 4 AM. El día miércoles me puso un correo contándome del cansancio que le había provocado este viaje:

Estimado amigo

Una vez de vuelta a Chillán, realizando un esfuerzo fuera de lo habitual para participar en la reunión ordinaria del HCN, varios me preguntaron cómo me había ido -los que sabían de lo loco de mi viaje-…entre otros en mi familia y en mi trabajo.

Les respondí: “Creo que fue un esfuerzo en desgaste físico y recursos que no valió la pena realizar”

Ese día antes de salir participe en una reunión con el Gobierno Regional que primero se iba a realizar en Concepción y luego se trasladó a Chillán, por lo cual viaje en bus desde Chillán a las 11:15, llegue al Colegio en Santiago a las 17:00;  espere hasta las 20:15 para estar sentado en una reunión sin sabor a nada hasta las 21:25. Pude cambiar el pasaje y me volví a Chillán a las 22:25 para llegar a mi casa a las 4:00 AM. (10 horas 45 minutos en un día de puro viaje, aparte de gastos, atraso en tareas propias y pérdidas por lucro cesante).

“Me volví casi con las manos vacías, y con la sensación de haber perdido mi tiempo, gastado dinero, desmotivado, frustrado y cansado. Me volvieron a preguntar ¿Pero cómo? ¿A que fuiste entonces?…O sea ¿no te agrada ir?…les respondí “Pero si no me gustara no iría…Lo que pasa es que en esa reunión, te duermen la conciencia. Hay algo que te adormece, te bloquea, te desanima”.

Raúl era un hombre de motivación y acción, siempre listo a trabajar por la profesión y por el Colegio, pero no le gustaba perder el tiempo, y ese día sentía que lo había perdido, sin embargo, seguimos trabajando por correo electrónico, como frecuentemente lo hacíamos. Nuestra preocupación era la propuesta nacida en la última Convención Nacional que se había realizado la semana anterior, “El rol político que debía asumir el Colegio de Cirujano Dentistas”. A esto hay que darle contenido,  - me dijo Raúl – si queremos participar en la discusión de las políticas públicas, nuestro Colegio debe en primer lugar colocar en la mesa los temas nacionales y tomar posiciones frente a ellos, de la misma manera que lo hace el Colegio Médico y los otros colegios, igual que lo está haciendo la Federación de Colegios Profesionales. Si no tenemos postura frente a los temas ¿de qué rol político estamos hablando? estaremos igual que “los gatos en la carnicería”, mirando como otros toman las decisiones por nosotros, sin poder participar en las discusiones.

Hasta el día viernes estuvimos intercambiando opiniones por correo y telefónicamente, durante la semana debemos habernos contactado unas cuatro veces diarias en promedio, finalmente el viernes por la noche teníamos un borrador con una  “propuesta de temas”, para presentarla en la próxima reunión de Consejo, con los temas que a nuestro juicio deberíamos abordar y discutir como Colegio para tomar definiciones, la íbamos a presentar juntos, tendré que hacerlo sólo, pero en ella está tu trabajo mi amigo, hasta el último día estuviste trabajando por nuestra profesión.

Al final de las reuniones de Consejo Nacional, siempre nos dábamos un momento para socializar con los demás Consejeros y otros colegas, algunos más estables en estas tertulias, el Dr. Rolando Shulz, el Dr. Carlos Vilches, el Dr. Sergio Vera y yo, otros mas ocasionales el Dr. Braulio Contador, el Dr. Héctor Gutiérrez, Alejandro Berenguela y algún otro, en ellas analizábamos las reuniones, compartíamos nuestras alegrías y frustraciones, arreglábamos los problemas de la profesión, del Colegio, del país y por que no decirlo también del mundo, no se si verdaderamente logramos arreglar algo, pero esto nos hizo bien. El gestor de estas tertulias fuiste tú amigo, en la primera reunión de Consejo dijiste “no me van a dejar sólo comiendo en el hotel, vamos a servirnos algo, acompáñenme”. Espero que estas tertulias continúen, pero no serán lo mismo sin tu presencia, te echaremos de menos.

Personas como tú Raúl están pasadas de moda en estos tiempos, no es fácil encontrarlas a lo largo de nuestras vidas, personas honestas y transparentes como tú eras, personas motivadas en trabajar por la profesión, por el bien del país, personas que se preocupan por el bien común por sobre los intereses particulares por legítimos que estos sean y lo más importante, que no se queden sólo en la motivación sino que esta motivación se traduzca en acción como tu lo hacías.

Para terminar, sólo me queda agradecer a Dios haberte conocido, agradecer por haber tenido la posibilidad, durante un poco más de dos años de trabajar contigo en el Consejo Nacional y por último agradecerte tu amistad por sobre todas las cosas.

Cuando nos despedíamos al final de las reuniones, después de las tertulias, te deseaba buen viaje, en esta oportunidad te diré hasta siempre Raúl Franco, gracias por tu esfuerzo, nunca te olvidaremos.


2 comentarios:

  1. Agradezco tus palabras en memoria de mi Padre, no me cabe duda lo apasionado que era por su profesión. Espero que todo el tiempo que les concedió en reuniones, convenciones y análisis posteriores, no quede en vano. Nosotros por nuestra parte, perdimos un pilar fundamental, un apoyo, un consejero de vida, un amigo, un compañero de equipo y de batallas, perdimos la seguridad que transmite un padre. Luchen en memoria de Raúl Franco Alcayaga, por sus motivaciones, para hacer de este país por último, un lugar donde personas expertas, sin un fuerte político sean escuchadas. Un Abrazo. Atte., Raúl Sebastián Franco Del Pino.

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